Somos Rafael y Anna, y esta es nuestra historia. 

En los pliegues de la memoria se teje la historia de Rafael Suites de Madera. Su nombre es un legado de amor y dedicación, forjado en el respeto y el recuerdo de un hombre excepcional: Rafael Pujol Matamoros.

En el año 1970 Rafael adquirió un pedazo de tierra que, muy pronto, daría forma a un sueño. Lo que tanto imaginó, se erigió como un símbolo de prosperidad y futuro. Así, se construyó el chalet, la casa principal de Rafael Suites de Madera. Inspirados en las enseñanzas de mi padre, y en el deseo de crear algo único, nació el proyecto de Rafael Suites de Madera junto con mi mujer Anna. Con las herramientas de la experiencia y las vivencias acumuladas en nuestros viajes mutuos durante años, la visión comenzó a tomar forma. Siempre lo hemos creído así: si descubres algo maravilloso, no te lo reserves solo para ti. Invita a otros a descubrirlo contigo. 

“Los momentos compartidos se convierten en recuerdos inolvidables”.

Qué mejor manera de trasladar nuestras vivencias que fusionando la elegancia de una suite con la autenticidad de una cabaña de madera. Así, el concepto de Rafael Suites de Madera cobró vida, como un tributo a la tradición y la innovación. Más allá de la arquitectura y el diseño, lo que verdaderamente distingue a Rafael Suites de Madera es su servicio. Inspirado en los valores de hospitalidad y familiaridad, cada visita es más que una estancia; es una experiencia que perdura en el corazón mucho después de que las maletas se hayan guardado y las luces se hayan apagado.